viernes, 3 de agosto de 2007

Hermeneia

Imitando
una torpe ironía escribo este poema
o más bien
palabras ordenadas
con intenciones de poema.
El género
no está definido,
no sé
si es un poema de amor
- me detuve a emborronar algunos versos
bajo la luna pálida de agosto -
de odio
o tal vez solo sea
otra página predestinada
a simple despedida.

Creo que es un poema
- o más bien un intento de poema -
fugaz
movido
expresionista
- es la primera vez que escribo caminando -
con alta posibilidad de concreción
en un intento de poema suicida
que termine cortante bajo el parachoques de un Peugeot 206
o la oxidada lata de un Autobús.
Incluso podría ser
un poema trágico,
con hamartia
hybris
y hasta catarsis
donde soy a la medida de un Edipo
otro héroe desecho por las furias.
Aunque pudiera sentirse
como un poema a destiempo
-atrasado e incomodo-
que no alcanza a nacer

Irrevocablemente me inclino
por un poema inconcluso
mediocre
con poca pasión y algo de ingenio
o por un poema máscara
que esconde tras su sintaxis
una atormentada alma prerromántica.
No obstante intuyo en lo secreto
la irremediable infalibilidad del poema Borgiano,
un estilizado ensayo dantesco
con cierta dosis de canibalismo implícito.

Sin embargo
concluyo en la certeza
de que este poema intento,
es el último truco del jugador
que lo apuesta todo a su próximo naipe.