domingo, 27 de septiembre de 2009

Pérdida

Cantabas
una canción triste
Anticipada
Cantabas
impúdicamente
aventajando
al tiempo
Y yo
- tan lejos-
sin boca
sin oídos
sin espanto
no escuché
tu triste canción

martes, 22 de septiembre de 2009

El hambre del poeta

Como un antiguo bardo iluminado
presiono con paciente desatino,
ingenio y condición, aunque el destino
humilde de cantor me ha abandonado.

A tientas voy, hurgando en un sendero
cálido por momentos, luego yerto
y poco a poco intuyo de lo muerto
del verso que se amasa placentero.

Reprimo, sacudo a mi conciencia
para apartar tu imagen con violencia;
más cuando notó el alma que partía

con idéntica fuerza su tormento,
desterró para siempre la apatía
dando un pobre soneto por contento.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Malos versos míos

a Kike Sabaté

No soy Benedetti
Nogueras, Cortazar,
mucho menos Lorca:
¡Nunca lo seré!

Escribo canciones,
poemas y coplas
que ni en buenos tiempos
¡Jamás venderé!

Son muy malos versos
patrañas, embustes,
que riman cojeando
de su único pie.

Pero son los míos,
tullidos, mediocres;
dando vida al sueño
que tal vez soñé.

viernes, 11 de septiembre de 2009

En lo oscuro

Junto a la máquina
vencido
conjuro a tantos otros
que cada amanecer
creyeron alcanzar la recompensa
del sueño y la fatiga vomitando fantasmas

Aunque tú
nunca llegues
aunque ese algo
que otros tantos buscaron
jamás se reveló

jueves, 10 de septiembre de 2009

Olvido

Por no merecer,
has dejado de merecer hasta el insomnio.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Just a Piano

Las manos
reposan sobre el teclado polvoriento.
Sólo rompe el silencio

la respiración
y el premonitorio cosquilleo de las yemas
antes de posarse sobre las teclas de nácar.

Sentada frente al piano
una muchacha deja que salga su corazón a través de los dedos
Y una reminiscencia
nace
del viejo esqueleto de cuerdas y madera
de la estática existencia de instrumento
firme,
verticalmente hincado
a una blanca pared de la casa familiar.
Protagonista de tantos gloriosos momentos,
de tantas reuniones perpetuas,
en la soledad y la penumbra de la tarde
se rinde
a esta muchacha que hace saltar
de entre sus entrañas de acústico andamiaje
la temblorosa melodía
de una joven canción.