miércoles, 7 de julio de 2010

Presagio

Ha esperado el relámpago,
lo ha soñado mil veces
y ahora que lo sorprende
siente un escalofrío rozándole la oreja.
Un café,
como pozo sin alma,
se antoja
y lo bebe con furia.

Allí
en el fondo,
se ve,
tan solo
que se espanta.